Durante estas últimas semanas se ha hablado mucho en los medios de comunicación sobre este tema con escritores, editores y demás profesionales del sector.
El libro impreso desde su invención ha ido mejorando y continuado en el tiempo, el placer del lector es poder tocar, oler las páginas, es una sensación muy personal y, cuando se trata de libros antiguos la belleza de su encuadernación, el papel o las ilustraciones, no se puede comparar con un libro electrónico.
El libro impreso desde su invención ha ido mejorando y continuado en el tiempo, el placer del lector es poder tocar, oler las páginas, es una sensación muy personal y, cuando se trata de libros antiguos la belleza de su encuadernación, el papel o las ilustraciones, no se puede comparar con un libro electrónico.
Aunque hay universidades virtuales que dan los materiales didácticos en soporte digital, los estudiantes prefieren imprimirlos para subrayar fragmentos, marcar páginas, añadir anotaciones, aparte de que la lectura es más cómoda. También algunos libros electrónicos permiten estas acciones.
Por otra parte, los libros electrónicos ofrecen nuevas posibilidades para acceder al contenido, el lector tiene la posibilidad de escoger entre un formato u otro dependiendo de la necesidad del momento, además de la capacidad de almacenaje.
El libro electrónico como pasó antes con los primeros dvd’s, son caros y pueden ser incompatibles entre formatos y plataformas.
A principios de 2009 se realizó una encuesta a los profesionales del sector y, el 57% de los encuestados pensaba que ambas tecnologías (papel y electrónica) convivirían. Tan sólo un 15% de los profesionales del sector opinaba que los libros electrónicos llegarían a imponerse sobre los libros en papel.
Hay que tener en cuenta que además de esta tipología de libros, internet permite publicar sin intermediarios, a través de la impresión digital, en lugares como Lulu.com y Bubok.com. Más allá de los soportes, lo importante es fomentar la lectura en estos tiempos de crisis cultural y económica.
Los nuevos formatos no deberían desplazar a los antiguos, sino que deberían complementarse para conseguir que el libro, ya sea impreso o electrónico, esté al alcance de más personas.
Por otra parte, los libros electrónicos ofrecen nuevas posibilidades para acceder al contenido, el lector tiene la posibilidad de escoger entre un formato u otro dependiendo de la necesidad del momento, además de la capacidad de almacenaje.
El libro electrónico como pasó antes con los primeros dvd’s, son caros y pueden ser incompatibles entre formatos y plataformas.
A principios de 2009 se realizó una encuesta a los profesionales del sector y, el 57% de los encuestados pensaba que ambas tecnologías (papel y electrónica) convivirían. Tan sólo un 15% de los profesionales del sector opinaba que los libros electrónicos llegarían a imponerse sobre los libros en papel.
Hay que tener en cuenta que además de esta tipología de libros, internet permite publicar sin intermediarios, a través de la impresión digital, en lugares como Lulu.com y Bubok.com. Más allá de los soportes, lo importante es fomentar la lectura en estos tiempos de crisis cultural y económica.
Los nuevos formatos no deberían desplazar a los antiguos, sino que deberían complementarse para conseguir que el libro, ya sea impreso o electrónico, esté al alcance de más personas.
¿Vosotros qué pensáis? ¡Hasta la próxima entrada!